Cuando dos personas casadas deciden ponerle fin a ese lazo conyugal, lo recomendable es pedirle ayuda a los abogados divorcios Sevilla. Probablemente, muchos consideran que estos profesionales actúan solamente en situaciones complejas, donde el acuerdo entre las partes no es posible; pero, lo cierto es que ellos trabajarán para que las condiciones de la separación sean beneficiosas para ambos.
Las expectativas de cada uno de los cónyuges proyectarán unos planteamientos diferentes en las separaciones, por eso, un divorcio nunca se puede considerar igual que otro. Ciertamente, los casos podrán compararse o tenerse como referencia para futuras experiencias, pero el desarrollo de estos y los resultados obtenidos siempre serán diversos.
En este sentido, los abogados de divorcio tienen el deber de escuchar el problema con detalles, conversar con los protagonistas, discutir los intereses de los hijos que tengan en común y encontrar alternativas que complazcan las necesidades individuales. Por supuesto, si se trata de un matrimonio con niños involucrados, las discusiones girarán en torno a ellos y su bienestar.
Un caso de la vida real
A los despachos llegan con mucha frecuencia las parejas que quieren finalizar esa historia de amor, de una manera formal. Imagine que un hombre y una mujer que llevan tres años de casados han decidido separarse, no poseen descendientes y lo único que comparten es una vivienda en la que han vivido durante este tiempo.
Por fortuna, los dos están conformes con esta decisión, por lo que un divorcio de mutuo acuerdo es lo más conveniente, por lo rápido y sencillo. Sin embargo, la venta de la casa no es rentable, así que acceden a colocarle punto final al vínculo matrimonial, sin acabar con el régimen económico.
Posteriormente, los pasos que siguen se establecen con el llamado Convenio Regulador, en el que se fijan los parámetros tras esta resolución y, con el asesoramiento de los expertos, se consigue una salida justa a este procedimiento.