Una tradición que se remonta, incluso antes de la llegada de Cristo, en el siglo V los espartanos solían realizar una fiesta para su compañero que estaba a punto de contraer matrimonio, el objetivo de estas denominadas despedidas soltero era ver que tan fiel sería esa persona con su pareja, los espartanos contrataban a una mujer para que intentara seducir al comprometido y así ver que tanto idolatraba a su futura esposa, con el pasar de los años la idea se tergiversó, pero guarda parte de sus orígenes.
Actualmente la forma en la que se celebra es muy distinta, es una “última oportunidad” de disfrutar de las cosas que no pueden hacerse una vez se contraiga matrimonio, los encargados se dividen la festividad, los amigos se encargan del novio y las amigas se encargan de organizar la de la novia, en la gran mayoría de los casos se van a sitios nocturnos, a bares, o algún establecimiento especialmente preparado para el disfrute de este tipo de celebración.
Hubo un tiempo en el cual estaba de moda contratar de strippers, pero no siempre suele ser lo que desea esa persona, el verdadero foco de esta celebración es compartir con amistades y sobre todo apoyar al futuro cónyuge con su decisión.
Empresas destinadas a organizar estas fiestas
En estos tiempos existen distintas variedades de compañías dedicadas a preparar estos eventos, contando con todas las exigencias del público y ofreciéndole los mejores precios, sin duda es perfecto para facilitarles el trabajo a los organizadores que no siempre tienen el tiempo o las habilidades para preparar algo que valga la pena. Esta opción te da la oportunidad de elegir entre distintas opciones, con diferentes artículos que realzarán la fiesta, desde el alquiler del local, la música, las tapas y bebidas, hasta agregar efectos especiales como espuma o pintura fluorescente.
Objetos más comunes, que no pueden faltar en una despedida
Esta celebración está colmada de objetos con mensajes implícitos, que van desde regalos con alusiones con actos lujuriosos o ropa íntima para que se estrene la noche posterior al casamiento. En los hombres no se acostumbra a dar regalos debido a que es más común visitar lugares para adultos con el objetivo de que el comprometido disfrute de “la libertad de la soltería” siempre por supuesto con un límite que quepa dentro de lo divertido y no el abuso, nadie quiere terminar como en la película “The Hangover”.