Uno de los temas que más preocupan a estudiantes cuando van a emprender la Universidad es el alojamiento universitario.
No solo si vas a empezar a estudiar una carrera que no hay en tu ciudad o porque vives en un pueblo lejano, sino también cuando por ejemplo has terminado tus estudios universitarios y tienes que alojarte durante unos días, unas semanas o incluso unos meses, pero de manera puntual porque estés realizando estudios de posgrado en los que tienes que estar en esa ciudad durante un periodo de tiempo, como por ejemplo si tu trabajo de doctorado incluye una investigación en los archivos de una ciudad en concreto.
En estos casos tienes varias opciones, como compartir piso, alojarte en casa de familiares o de amigos u optar por una residencia de estudiantes que ofrezca la posibilidad de alojarte por el tiempo que necesites. Esta última es una opción nada desdeñable sobretodo cuando no quieres complicarte buscando piso y quieres tener todas las comodidades resueltas en un plis plás.
Actualmente hay residencias que ofrecen este tipo de servicios con las mismas prestaciones de pensión completa, servicio de limpieza etc. que para el resto de estudiantes alojados durante el curso completo. Es importante que sepas primero exactamente que es lo que quieres y que te informes también de las normas de convivencia del centro. Esta decisión es muy personal y cada uno de nosotros sabemos que es lo más adecuado para nosotros aunque para un periodo corto de tiempo por ejemplo, es una de las mejores opciones, porque las residencias de estudiantes actualmente saben combinar a la perfección independencia, privacidad y convivencia sin que sus residentes se sientan coartados ya que cuentan con zonas de recreo y espacios comunitarios, la posibilidad de comida para pic nic o de guardarte la comida si no has podido acudir a la hora del comedor o servicios de internet o ducha en la propia habitación. Tú decides.